La educación que reciben los niños y niñas en sus primeros años de vida es un factor decisivo para su posterior desarrollo integral como personas.
A la familia corresponde en primer lugar la responsabilidad educativa como agente primario de socialización ya que es a través de su influencia se consolidan los valores básicos que han de estructurar su personalidad, se desarrollan las capacidades intelectuales y afectivas de los niños y niñas.
A la escuela le corresponde colaborar con las familias en esta tarea educativa impulsando las medidas más adecuadas para su desarrollo.
La Educación Inicial tiene carácter obligatorio y tiene una duración de dos años, divididos en pre kinder (4 años) y kinder (5 años).
Esta etapa es fundamental en el niño o niña, ya que se estimulan las capacidades motoras, visuales, auditivas y de esta manera se potencia la inteligencia en el individuo.